El testimonio de la aventura espiritual de Daniel en Guatavita, una laguna natural de la cual se afirmaba, por la tradición oral indígena, que el oro era abundante y emanante, propiciando incluso una de las versiones más creíbles sobre la leyenda de Eldorado. Daniel, un directivo exitoso y eficaz, luego de reflexionar críticamente sobre su propia vida, decide retirarse al campo durante una semana para pensar sobre la excelencia en el trabajo y el sentido de su oficio como directivo. Pero durante su proceso de introspección y de diálogo con las fuerzas del lugar, dado que se encontraba en esa laguna mágica rodeada por el misterio de las riquezas del oro, ahora oro espiritual, descubre que primero debe comprender el propósito de la vida y enlazarlo con la filiación divina, la vida interior, la unidad de vida, la eternidad, las motivaciones, la virtud humana y la solidaridad. Durante su viaje transformador, Daniel ve que en su oficio de directivo debe rescatar a la persona como el centro de gravedad, reconocer su dignidad y adoptar una visión optimista de la naturaleza humana. Cuando regresa a su vida ordinaria, encuentra que ha cambiado el prisma con el cual observa el mundo: ha aprehendido un sentido trascendente para su vida y para su trabajo y, lo más importante, nos muestra los elementos para construir un contexto empresarial humanizado.